El buen mantenimiento de tu maquinaría es fundamental para su vida útil, y los way-wipers tienen una labor destacada en esta función. Estos elementos, también conocidos como limpiaguías, se encargan de mantener a raya las impurezas que se acumulan en las guías sobre las que se desplazan las partes móviles.
Su función es sencilla: retiran de la superficie las virutas metálicas, el exceso de aceites y otros líquidos como refrigerantes, y distribuyen el lubricante por los planos por donde se produce el deslizamiento, de manera que el rodamiento continúa siendo seguro y con la velocidad que esperas.
Con cada pasada, repetida una y otra vez, cumplen esta función, pero con el uso también sufren un desgaste, por eso es importante que controles su estado. Conviene limpiarlos periódicamente según el grado de residuos que se suela dar y cambiarlos ante los indicios de un posible deterioro.
Para hacer un símil, actúan como los limpiaparabrisas de los coches, que en inglés también se denominan como "wipers". Pero en lugar de quitar la lluvia, lo hacen con los residuos resultantes de la producción industrial.
Materiales resistentes
Los limpiaguías se colocan en los cabezales de las partes que están en contacto. Suelen presentar un formato que combina una parte dura y resistente (que puede ser de acero inoxidable o aluminio) que sujeta una lámina flexible, que es la que barre las guías como si fuera una escobilla.
Esta parte flexible consiste en un material como el poliuretano, fabricado con unas propiedades específicas. Tiene resistencia ante la abrasión, las temperaturas altas (de cerca de los 100º de manera continua) y a la presencia de aceites y ácidos habitualmente usados en las funciones industriales.
Los fabricantes de way-wipers elaboramos limpiaguías de diversas formas para que se adapten a los perfiles de las diferentes guías. Una atención especial para cuidar el rendimiento y la durabilidad de tu maquinaria.
¿Necesitas más información? ¡Ponte en contacto con nosotros!
Sin comentarios