El poliuretano es un material cada vez más usado por sus diferentes cualidades para aislar, pero quizás tengas la duda sobre cómo limpiar el poliuretano. Gracias a nuestra experiencia, conocemos la dificultad de esto, ya que, entre otros factores, depende del tipo de material en el que lo hemos aplicado.
Este es un material que se usa principalmente como aislante, y su empleo se ha extendido debido a la facilidad y la eficacia con la que se puede aplicar. Sin embargo, a la hora de eliminarlo podemos encontrar algunos problemas cuya solución veremos a continuación. En cualquier caso, hay algo que no debes olvidar: nunca uses tus manos para quitar el poliuretano.
Quitar espuma de poliuretano de una pared
El poliuretano es muy utilizado para aislar espacios a la hora de instalar puertas o ventanas, por lo que las paredes son las que más pueden sufrir sus efectos. El mayor motivo para eliminar el poliuretano suele ser por un exceso a la hora de echarlo. En este sentido, te recomendamos rellenar solo el 30 % del espacio, ya que es un material que se expande mucho y rápido. Una vez que el material esté seco, solo necesitas un cúter o algo cortante, un trapo y acetona:
- En primer lugar, has de retirar la capa sobrante con un cúter (siempre con cuidado de no rozar la pared). A pesar de que se habrá endurecido, te será fácil quitarla.
- Para eliminar lo sobrante, tras cortar el poliuretano debes usar un trapo con acetona. Recuerda hacerlo de manera delicada para no dañar la pared.
- Por último, tienes que secar bien la acetona que ha quedado en la superficie. En algunas ocasiones, la pintura de la pared puede quedar dañada, por lo que no quedará otro remedio que volverla a pintar.
Quitar espuma de poliuretano del metal
Ahora que ya hemos explicado el proceso más difícil, eliminar poliuretano del metal es una tarea mucho más sencilla debido a la resistencia del metal. En este caso, puedes sustituir la acetona por algo más fuerte como la lejía:
- El primer paso será el mismo que en el apartado anterior. Con un objeto cortante y siempre después de comprobar que está seco, debes retirar el grueso sobrante de la superficie.
- Bien con un trapo o con una esponja con lejía, elimina los restos que han quedado más adheridos. Por último, seca y limpia bien con otro trapo los restos tanto de poliuretano como de lejía.
Limpiar el poliuretano no es muy complicado, siempre y cuando tengas en cuenta algunos factores, como la superficie sobre la que vas a limpiar. Pero es gracias a nuestra amplia experiencia que conocemos los detalles para que lo hagas de manera fiable y segura y saques el manitas que llevas dentro.
2 Comentarios